ActualidadActualidad Política
#DeudaExterna: ¿Qué tiene que negociar la Argentina?
Por Andrés Asiain(*) para #JotaPosta
Las reservas totales están en 47.800 millones de dólares, si restamos el swap con china y los dólares depositados en cajas de ahorro, el gobierno dispone de 10.000 millones de dólares líquidos en las reservas más 11.000 millones de dólares que puede aportar el balance comercial – resultado que está asociado al estancamiento de la actividad económica – para el pago de deuda durante este año.
Los compromisos de deuda en moneda extranjera con tenedores privados en este año ascienden a 20.000 millones de dólares, de los cuáles 4.900 millones son en legislación extranjera. A ello que se agregan 2.500 millones de dólares con el FMI y el Club de París. En tanto, la deuda en pesos le exige rollear un monto que asciende a más de un billón de pesos – 1.160.850 millones de pesos – para todo el año entre letras y títulos públicos en manos del sector privado. Para tener una dimensión del volumen de estos vencimientos en moneda local, esta suma equivale al 39% de los depósitos en pesos que tiene el sector privado en la argentina.
De esa manera, aún en el caso de un empantanamiento de las negociaciones, Argentina podría surfear el 2020 sin default, reperfilando vencimientos bajo legislación local en divisas, renovando vencimientos en moneda local y pagando los vencimientos en dólares bajo legislación extranjera (USD4.900M), sin graves presiones sobre las reservas. Es decir, el apuro para cerrar las negociaciones en marzo no tiene una base de sustentación económica sino que son fruto exclusivo de la política de negociación escogida. Antes que cerrar un mal acuerdo en forma precipitada, esos plazos podrían flexibilizarse.
Más allá de los vencimientos del presente año, el stock de la deuda pública asciende a 320.000 millones de dólares, de los cuáles 125.000 millones se encuentran en poder de organismo públicos (principalmente ANSES y BCRA) por lo que no configura un riesgo relevante para el Tesoro. Dentro de los 200.000 millones de dólares restantes, 73.000 millones de dólares son los que tienen otros tenedores institucionales como el FMI y el Club de París, mientras que 126.000 están en manos de tenedores privados.
Como se advierte, una parte considerable de la deuda corresponde a organismos multilaterales que están quedando a fuera de esta primera etapa de renegociación. Por lo tanto, una vez concluido el cronograma anunciado por el Ministro Guzmán el problema de la deuda seguirá siendo un tema a resolver en futuras negociaciones.
La deuda con el sector privado se diferencia, fundamentalmente, por la moneda y la legislación. En términos de legislación, está balanceada entre un 47% que se rige bajo legislación local y un 53% que se rige bajo legislación extranjera (principalmente, la de Nueva York). El aspecto de la legislación cobra relevancia dado que los bonos con legislación extranjera requieren algún tipo de consentimiento por parte de los acreedores para modificar sus condiciones (vencimientos, capital e interés), no así los de legislación local que pueden ser reperfilados unilateralmente.
Dentro de los títulos bajo legislación extranjera, también hay diferentes condiciones ya que los emitidos en el marco de los Canjes de 2005 y 2010 requieren el acuerdo de un 66% de los tenedores de cada serie y un 85% del total de los bonos elegibles de reestructuración, mientras que aquellos emitidos a partir de 2016 son algo más flexibles ya que requieren el 51% de cada serie y un 66% del total. A esto se refería el Ministro Guzmán en el Congreso cuando hacía referencia a que “Argentina pondrá a prueba la arquitectura financiera internacional”. Por esta misma razón tampoco se sabe con claridad hoy en día si en la propuesta de reestructuración entrarán todos estos bonos o se dejará a fuera a aquellos originados por los Canjes anteriores.
(*)Andrés Asiain. Economista argentino. Profesor de Crecimiento Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz. Investigador del Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales (IDEHESI-CONICET-UBA) y del Centro Cultural de la Cooperación.