Las reuniones sociales quedarán prohibidas durante los próximos 15 días en todo el país, de acuerdo con un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que firmará mañana el presidente Alberto Fernández, en el marco del inicio de una nueva etapa de aislamiento.
Así fue confirmado por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, durante el reporte matutino de los casos de coronavirus en el país, durante la jornada de ayer.
La decisión se encuadra en la etapa de aislamiento social, preventivo y obligatorio (Aspo) que, desde mañana y hasta el 16 de este mes, continuará sin cambios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en la fase 3, iniciada el 18 de julio pasado, debido al aumento de contagios y de muertes por coronavirus en los últimos 15 días.
Vizzotti apoyó la decisión del gobierno en el hecho de que se observó un aumento “importante” de casos de Covid-19 en las provincias que pasaron del Aspo al Dispo (distanciamiento social preventivo y obligatorio).
“Es por eso que en el DNU de mañana, en esta nueva normativa y por estos 15 días, hasta el 16 de agosto, se van a suspender las reuniones sociales en todo el territorio nacional”, remarcó, y explicó que la medida apunta a que “se puedan controlar” los lugares donde se producen los “brotes” y para que no se “minimice la posibilidad” de que eso también ocurra en los lugares sin contagios.
“El riesgo aumenta en las reuniones sociales, tanto en los lugares donde está autorizado hacerlas, como donde no está autorizado y se realizan igual”, apuntó Vizzotti y explicó que en esas circunstancias suelen distenderse los cuidados, como el uso de tapabocas, el lavado de manos, mantener los ambientes ventilados o los 2 metros de distancia.
El DNU es también el correlato del mensaje del Presidente del viernes pasado -cuando anunció la continuidad de la cuarentena-, en el que había advertido que quienes incurrieran en la violación del aislamiento estricto en las casas deberán enfrentar consecuencias penales por “favorecer la transmisión de una enfermedad”.
La ciudad de Buenos Aires y la provincia habían retornado el 18 de julio último a la fase 3 de la cuarentena, con un esquema de apertura escalonada de actividades en los dos distritos y restricciones en la circulación.
Sin embargo, Fernández, al renovar por novena vez la cuarentena, anunció el viernes último que la medida continuaría sin flexibilizaciones hasta el 16 de agosto debido al aumento de contagios y de la tasa de mortalidad en el AMBA.
Además, el jefe de Estado sostuvo que en otros lugares del país, como Córdoba, Mendoza, Jujuy, Chaco y sur de Santa Fe, crecieron los casos de Covid-19, producto de la irradiación de la circulación del virus.
Fernández fundamentó la continuidad del aislamiento en las mismas condiciones que en los últimos 15 días en el AMBA, al señalar que cada 24 días se duplicó la cantidad de fallecimientos, con un promedio actual de 80 casos diarios de muertes por coronavirus.
En esta nueva etapa se mantendrá la prohibición de realizar “encuentros sociales” y el presidente advirtió el viernes que quienes “incurran” en la violación de la cuarentena estricta en las casas deberán enfrentar consecuencias penales por “favorecer la transmisión de una enfermedad”.
Como parte de las acciones para mitigar la pandemia, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, acordaron “hacer más frecuentes” los encuentros para agudizar el seguimiento de la situación epidemiológica y observar cómo funcionan las actividades liberadas.