El fútbol, con su magia intacta, se convirtió en un puente solidario. Bajo el cielo de Parque Patricios, con el Palacio Ducó repleto de camisetas celestes y blancas, la Selección Argentina se enfrentó a la Sub 20 en un encuentro especial. No fue solo un partido: fue un gesto, un abrazo colectivo, una señal de que el deporte trasciende los límites del campo de juego cuando más se lo necesita.
En el marco de la campaña #JuntosPorBahíaBlanca, impulsada por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el combinado mayor se impuso por 2 a 0 frente a los juveniles en un duelo a beneficio del Hospital Penna, centro clave en la asistencia a los damnificados.
Desde el inicio, la experiencia y la jerarquía de la Albiceleste marcaron el ritmo del partido. Con un juego fluido y combinaciones precisas, los dirigidos por Lionel Scaloni lograron imponerse sobre los juveniles, que, con ímpetu y despliegue, ofrecieron un digno espectáculo. Los goles llegaron en cada tiempo, sellando el resultado con la contundencia esperada.
Más allá del marcador, el verdadero triunfo se vivió en las tribunas, donde cada hincha fue parte de un acto de unión y compromiso. La recaudación del evento será destinada al hospital, reforzando así la infraestructura y el apoyo a quienes aún sienten el golpe de la tragedia reciente.
Cuando el silbato final marcó el cierre, el eco de los aplausos se confundió con la brisa nocturna. No importaban los nombres en la cancha ni el resultado en el tablero: lo esencial estaba en la esencia misma del deporte, que en noches como esta demuestra que es más que un juego. Es un idioma universal de solidaridad, una promesa de que Bahía Blanca, con el empuje de todos, volverá a ponerse de pie.
