Actualidad Política
El Palacio Legislativo se ilumina en honor a la Virgen de Luján, patrona del pueblo argentino
En una postal cargada de simbolismo y devoción popular, el Congreso de la Nación se iluminó esta semana para conmemorar la consagración de la Virgen de Luján, figura central del catolicismo argentino. La imagen de la patrona, venerada por millones en todo el país, tiñe de espiritualidad el corazón político de la República.
La Virgen de Luján no solo es símbolo de fe, sino también de identidad nacional. Su influencia ha trascendido templos y fronteras religiosas, ganándose un lugar destacado en la vida institucional del país. Así lo reflejan tres decisiones históricas del Poder Ejecutivo Nacional, que la reconoció oficialmente como:
- Patrona de las rutas argentinas, en 1944.
- Patrona de la Policía Federal Argentina, en 1946.
- Patrona de los ferrocarriles argentinos, en 1948.
Cada uno de estos reconocimientos da cuenta de la profunda conexión entre el pueblo argentino y su Virgen. En caminos, estaciones y patrulleros, su imagen acompaña el tránsito cotidiano de quienes recorren el país, trabajan por su seguridad o cruzan sus paisajes sobre rieles.
La iluminación del Palacio Legislativo se transforma así en un gesto de respeto y arraigo: un guiño de luz entre la institucionalidad y la fe del pueblo.
