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Una ciudad, muchas voces: elecciones porteñas en clave 2025

La Ciudad de Buenos Aires respira política. En sus veredas, cafés y colectivos, la discusión democrática se mezcla con el ritmo cotidiano. Este año, el mapa electoral porteño se reescribe con nuevas fechas, viejos protagonistas y una decisión clave: desdoblar las elecciones legislativas locales de las nacionales. En un movimiento que reconfigura estrategias y discursos, el jefe de Gobierno Jorge Macri anunció el 27 de diciembre pasado que los comicios legislativos se realizarán el domingo 18 de mayo, adelantándose a las elecciones nacionales previstas para el 26 de octubre.

La medida no sólo modifica el calendario: también redefine el terreno de juego. El oficialismo celebró la suspensión de las PASO locales como un gesto de eficiencia económica. Según Macri, la eliminación de esta instancia implica un ahorro de $20.000 millones. La Ciudad mantendrá, además, el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE), sistema adoptado en los últimos años, que volverá a regir tanto para la emisión del voto como para el escrutinio y la transmisión de resultados provisorios.
Pero si la forma se ajusta, el fondo se diversifica. Un total de 17 listas competirán por las 30 bancas en juego dentro de la Legislatura porteña. Entre candidatos con extensa trayectoria, nuevas apuestas y rupturas internas, las opciones reflejan un mapa político en plena ebullición.
Encabeza el oficialismo Silvia Lospennato, de Buenos Aires Primero (PRO), actual diputada nacional y autora del proyecto de “Ficha Limpia”. La acompaña una figura ya consolidada: Leandro Santoro, de Es Ahora Buenos Aires (UxP), quien vuelve a la contienda tras su candidatura a jefe de Gobierno en 2023.

Por el lado libertario, hay fractura. Mientras Manuel Adorni, actual vocero presidencial, representa a La Libertad Avanza, el ex aliado Ramiro Marra juega por fuera, liderando su propia lista con el sello Unión del Centro Democrático, tras ser expulsado por su propio partido.
Otra figura de peso es Horacio Rodríguez Larreta, que con su espacio Volvamos Buenos Aires busca recuperar terreno tras su fallido intento presidencial en 2023. Del ala progresista, Lucille Levy, de sólo 29 años, representa a Evolución, el espacio conducido por Martín Lousteau. Y desde la Coalición Cívica, la diputada nacional Paula Oliveto Lago también entra en la carrera.

La izquierda no se queda atrás. Compiten Vanina Biasi, del FIT; Federico Winokur, del Nuevo MAS; y María Eva Koutsovitis, que encabeza la boleta de Confluencia por la Igualdad y la Soberanía. También se anotan en la carrera el ex funcionario kirchnerista Juan Manuel Abal Medina, por Seamos Libres, y el legislador Yamil Santoro, con Unidad Porteña Libertaria.
El abanico se amplía aún más con perfiles atípicos. El abogado Alejandro Kim, de Principios y Valores, busca representar a la comunidad coreana y al peronismo ortodoxo. Ricardo Caruso Lombardi, con el sello del MID, sorprende con su salto del fútbol a la política. Completan el listado Marcelo Peretta (Movimiento Plural), Mila Zurbriggen (El Movimiento – Nueva Generación) y César Biondini, por el Frente Patriota Federal.
La elección legislativa en la Ciudad promete más que un recambio de bancas: será una radiografía de cómo late el corazón político porteño en tiempos de polarización, crisis económica e incertidumbre. Entre promesas de renovación, alianzas tensas y nombres conocidos, el voto del 18 de mayo se convierte en una oportunidad para reconfigurar el poder legislativo y anticipar, quizá, las formas de la política que vendrá.
En la Ciudad donde todo es disputa y posibilidad, el voto sigue siendo la única boleta con valor simbólico y real. Una papeleta que no solo define bancas: revela sentidos, refleja climas, anticipa futuros. Como siempre, será el pueblo quien tenga la última palabra. Y esa palabra, en Buenos Aires, nunca es muda.